Disparidad de sentimientos es lo que despierta esta cinta de terror clásico, terror de casa encantada a la antigua usanza que demuestra el resurgir de mi querida Hammer films.
Sentimientos dispares? si, por un lado es de elogiar el esfuerzo de la productora por rescatar su estilo perdido de la su época dorada infinidad de veces comentada en el presente blog, utilizando las mismas estructuras que la hicieron famosa, pero por otro lado el resultado final no es lo excepcional que requeriría toda la labor de diseño de producción puesta en juego.
Para los amantes del cine la Hammer reconocerán en esta "La mujer de negro" multitud de clichés presentes en todas sus producciones, me refiero a, por ejemplo:
Sentimientos dispares? si, por un lado es de elogiar el esfuerzo de la productora por rescatar su estilo perdido de la su época dorada infinidad de veces comentada en el presente blog, utilizando las mismas estructuras que la hicieron famosa, pero por otro lado el resultado final no es lo excepcional que requeriría toda la labor de diseño de producción puesta en juego.
Para los amantes del cine la Hammer reconocerán en esta "La mujer de negro" multitud de clichés presentes en todas sus producciones, me refiero a, por ejemplo:
- la estructura narrativa: Arthur Kipps, nuestro protagonista, bien podría llamarse Jonathan Harker, teniendo que ir a un remoto pueblo de campiña para hacer unas gestiones orientadas a la venta de un antiguo caserío el cual no parece existir para las habitantes del pueblo ... reconocéis la trama? ... los vecinos no quieren alojar a Arthur y éste debe dormir en la mansión ... y hasta aquí puedo leer.
- los personajes: se repiten los personajes infinidad de veces puestos en juego por la productora británica, me refiero al tabernero, al propio pasante, a la policía local, la familia que acoge al forastero y que parece ser los únicos que se atreven a ver la verdad.
- la ambientación: el diseño de producción y la fotografía son lo mejor de la película. Perfectamente recreada, con sus nieblas, brumas, claroscuros y con una decoración impecable consiguen crear un ambiente que parecía olvidado por el cine después de tantos efectos digitales y tantos pixeles.
Pero sobre todo, lo que más flojea es lo más importante y esto es la historia. No llega a convencer y menos aún con un final que no ayuda. Un uso simplón e infantil de sustitos junto con algún otro que me hizo sobresaltarme, sin embargo estamos acostumbrados a historias de fantasmas y es difícil de sorprendernos, quizás me recuerda en demasía a "Al final de la escalera".
En definitiva, una película que destila retrospectiva a tiempos pasados que está bien como rareza y homenaje pero que al espectador actual puede no llegar a calar. Espero que Hammer siga la nueva senda puesta en práctica con "Déjame entrar" aunque fuese un remake.
PUNTUACIÓN: 6,5
Juanma
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