Roman Polanski en estado puro. “Le locataire” (título original) es la película más personal del genial director polaco, donde da rienda suelta a todo su talento e ingenio.
En esta película comprobamos por qué Polanski es el auténtico maestro del thriller psicológico, el que mejor sabe recrear el febril descenso a la locura, y todo ello salpicado de magníficas dosis de claustrofobia, paranoia y terro
Tan particular y especial debió ser esta historia para el propio director, que solo él mismo podía interpretar al protagonista, en una clara muestra de que su personaje, con todos sus miedos y paranoias, es un fiel reflejo de su propia persona.
El sr Trelkovski es un ciudadano francés de origen polaco (también Polanski es un polaco nacido en Francia), soltero, trabajador y con una vida muy tranquila, que se muda a un apartamento en el centro de París. Una vez allí, en su nueva casa, empiezan a ocurrir sucesos extraños, de los cuales el protagonista culpa a sus singulares y excéntricos vecinos. Además, comienza a obsesionarse con la anterior inquilina del apartamento, la cual se suicidó. Todas estas circunstancias pondrán a prueba los nervios y la razón del sr Trelkovski, cuyos problemas no paran de crecer desde que se mudara a este lóbrego lugar.
A parte de un thriller psicológico, “El quimérico inquilino” es una película de terror. La oscuridad del apartamento, la actitud en ocasiones enfermiza de los vecinos, las visiones del protagonista a través de la ventana, así como la banda sonora, recrean un ambiente de claustrofobia y paranoia (me repito porque son las palabras que mejor describen la trama) a la altura del mejor cine de terror. También resaltar la interpretación de Polanski, que sorprende gratamente, y los personajes secundarios, quienes dan ese toque gótico, que en mi opinión hace esta película tan especial.
Para ir terminando, decir que a mí la película me había creado muchas expectativas porque hacía mucho que quería verla, y desde luego éstas se cumplieron. La historia te atrapa desde el principio. Puede que el final no sea del agrado de todos (que no es mi caso), pues es bastante abierto y se puede interpretar de muchas formas, pero desde luego es muy original.
A destacar la ciudad de París: su atmósfera única y su particular forma de vida, con sus míticos cafés, sus oscuras calles y ese edificio de apartamentos, viejo y tétrico.
Película de culto, extremadamente curiosa, oscura, siniestra, alocada pero genial, y de obligado visionado para todos los seguidores de Roman Polanski.
PUNTUACIÓN: 8
ToLo
vaya vaya este comentarista,,a cualqiera dan ganas de ver esta peli,,y cualuier otra que comente..cómo la describes,ese ambiente parisino, sus calles,,su ambiente,,tengo que verla¡¡¡¡¡gracias Tolo..eres grande))
ResponderEliminargracias anónimo...y te digo anónimo por decirte algo, ya que tu forma de escribir es inconfundible..besos
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