Historía real, basada en la guerra de Irak, y en el juego psicológico a tres bandas entre gobierno, cuidadanía y medios de comunicación.
Si lo que pretende el espectador, es ver una cinta de intriga, de dobles espias y de acción, al estilo de la saga Bourne, les voy a contar un secreto: no elijan nunca a Sean Pean como protagonista , porque este señor no hace nada al uso.
Interpretando el papel de un diplomatico retirado que denuncia a la sociedad ,en pos de un patriotismo verdadero, las mentiras que justificaron la guerra antes citada, la cinta no tiene grandes momentos, ni lleva la emoción al límite. Se trata mas bien de un nudo plano, que si bien no deja que el interés decaiga, tampoco te hará vibrar en el sillón.
Muy emocionante el final con la sustitución de la última escena por la verdadera protagonista. Esta técnica, es también recurrente a lo largo del film, intercalando escenas de ruedas de prensa de Bush.
La otra representante de la historia, es su mujer en la ficción, la verdadera Valeri Plame, interpretada por Noemi Watts, que a mi parecer tampoco brilla con luz propia.
Como resumen, una cinta de las que sólo conseguirás tener una visión mas amplia de la barrabasada cometidas ante nuestros ojos.
Puntuación: 5,5
Kela
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