Dracula (1931)


Estamos ante la versión cinematográfica del mito de Stoker más famosa, hasta la aparición de Coppola, y como consecuencia de ello, cada vez que pensamos en Drácula nos imaginamos a Bela Lugosi y no a ninguno de sus otros actores que han interpretado el papel el los cientos de versiones del personaje.


Eso ocurre por ser la primera gran adaptación del mito del Hollywood de oro y por lo tanto el que llegó a mayor número de espectadores... nada más que hay que ver cualquier fiesta de disfraces y allí estará Lugosi.

Con respecto a la película hay que empezar diciendo algunas palabras de su pseudo director (alguién se extrañará al decir esto, me explicaré...) Tod Browning, director oficial del film, de gran reputación en el Hollywood de la época provenía del cine mudo, como no podía ser de otro modo, y la verdad es que la adaptación al sonoro no fue fácil. Por lo visto nunca estuvo especialmente interesado en el personaje de Drácula y eso se nota en el desarrollo del film en el que cobra casí más importancia Rendfield que el propio Drácula. Se observa su obsesión por los animales raros lo que será un preludio de su gran obra Freaks. Desde mi humilde opinión pienso que los mejores momentos del film son obra de Karl Freund (de origen alemán) su director de fotografía (años más tarde haría La Momia, menos mal que los de la Universal se dieron cuenta de su talento).

Toda la parte de Transilvania es grandiosa y no se ha superado (de hecho Coppola la copió en gran medida). Cuando la acción se traslada a Londrés ésta va decayendo continuamente hasta que de repente se acaba en un minuto, no me explico ese final tan acelerado y, por qué no decirlo, malo.

La película hay que enmarcarla en 1931, ya que eso nos explica su desarrollo especialmente lento y teatralizado, la verdad es que el guión no proviene directamente de la novela de Stoker sino de una obra de teatro de Broadway de gran éxito.

Con respecto a Bela Lugosi, decir que fué el papel de su vida y que lo repitió hasta la saciedad, incluso dicen que lo enterraron con la capa de Drácula (sus últimos años de vida fueron recreados por la película Ed Wood de Tim Burton). Su interpretación es realmente especial, sobreactuada pero con encanto.

La película tiene momentos de genialidad: la entrada al Castillo de Rendfiel con Drácula en la escalera, pero para mí lo mejor es la presentación de Drácula en las catacumbas de su castillo con un ligero traveling hacia él... genial.

En definitiva, una película que podría haber sido más de lo que es con momentos estelares y que acercó a Drácula al resto del mundo. Estamos en deuda.

PUNTUACIÓN: 7,5


Juanma


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